Como siempre, los niños al principio se portan muy bien. Que si cantamos, que se regalitos, etc.
Pero en cuanto les da el subidón de azucar, se suben por las paredes.
Menos mal que contamos con la actuacion de un mago que hizo aparecer nada mas y nada menos que ...¡un oso! Esto es un mago y no los de la tele, que de los conejos y las palomas no pasan.
Pero en cuanto les da el subidón de azucar, se suben por las paredes.
Menos mal que contamos con la actuacion de un mago que hizo aparecer nada mas y nada menos que ...¡un oso! Esto es un mago y no los de la tele, que de los conejos y las palomas no pasan.